Cocina castellana: la sopa castellana
La sopa castellana es un plato tradicional de la cocina española, originario de la región de Castilla. También es conocida como "sopa de ajo" debido a que su ingrediente principal es el ajo. Se trata de una sopa reconfortante y sustanciosa, ideal para los meses de invierno. La receta básica de la sopa castellana incluye los siguientes ingredientes: pan del día anterior, ajo, aceite de oliva, pimentón, caldo de carne o de pollo, y huevos.
La sopa castellana se puede disfrutar como plato principal o como entrante. Es reconfortante y sabrosa, perfecta para los días fríos. Puedes acompañarla con un poco de perejil picado por encima o con trocitos de jamón serrano para añadir un toque extra de sabor. ¡Buen provecho!
RECETA SOPA CASTELLANA
Ingredientes:
· 10 dientes de ajo
· 6 huevos (1 por persona)
· 12 rebanadas de pan duro
· 150 g de jamón serrano
· 3 litros de caldo de carne o agua (depende de la cazuela donde la preparéis)
· Sal y pimienta (al gusto de cada casa, recordad que lleva jamón)
· 2 cucharadas de pimentón dulce de la Vera
· 50 ml de aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Pelamos y fileteamos los ajos, no es necesario que sean muy finos. El ajo debe dar olor y también proporcionar la emulsión entre el agua y el aceite para que la sopa sea excelente. Reservamos en un cuenco.
Elegimos una cazuela grande, calentamos el aceite en el fondo e introducimos el ajo. Salteamos hasta que comiencen a coger un color dorado (pero cuidado que no se arrebaten). Añadimos también el jamón cortado en trozos pequeños. Removemos con una cuchara de madera de manera envolvente hasta juntar bien los sabores.
Cuando los ajos tengan un color miel tostado añadimos 6 rebanadas de pan duro y les damos unas vueltas. Retiramos la cazuela del fuego y espolvoreamos con el pimentón dulce. A mí me gusta así, aunque mucha gente lo hace con pimentón picante. El pimentón cumple una doble función: colorea de rojo el pan y además proporciona aroma. Para ello con la cazuela fuera del fuego para evitar que el pimentón se queme. Y que todo quede con un desagradable sabor amargo que nos fastidiaría la sopa.
Removemos todo bien y que se junte el aceite con los ajos, el jamón, el pan duro y el pimentón. Volvemos a colocar la cazuela al fuego y añadimos el caldo o agua. Depende del tamaño de la cazuela, pero con 3 litros llega.
El caldo debe estar siempre bajito. Porque el truco de esta sopa es que el agua o el caldo nunca rompa a hervir durante el proceso de cocción. Rehogamos todo durante 2-3 minutos más y sin dejar de remover agregamos el caldo de carne. Si no tenéis caldo también se puede hacer sólo con agua. Os quedará muy parecida, no tan potente pero muy buena de sabor.
Cocemos a fuego moderado durante unos 20 minutos, en ese tiempo no hace falta remover la sopa. Pasados los 20 minutos añadimos el resto del pan, las otras 6 rebanadas que previamente hemos tostado con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Colocamos en la superficie y las dejamos flotar hasta que se ablanden. Añadimos sal y pimienta negra recién molida. Probamos el caldo antes de añadir la sal puesto que dependiendo de la cantidad de jamón y lo salado que sea puede que no sea necesario.
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